Los primeros rayos de la mañana iluminaban sus larga melena. Emily dormía plácidamente mientras yo acariciaba con delicadeza su piel sedosa, temeroso de despertarla. Disfrutaba de ese instante a solas, tenerla sólo para mí era una gozada. Lástima que tuviera que despertarla para ir a trabajar. Con mucho sigilo, me separé de ella y fui hacia la cocina para prepararle un delicioso desayuno.
Preparaba unas tortitas mientras sonaba a mis espaldas una voz femenina procedente de la televisión. Sin saber por qué, me giré y presté atención a sus palabras. Mia Johnson, presentadora de las noticias matinales, narraba la escalofriante mutilación de un cadáver encontrado a orillas del río Hudson, cerca de Manhattan.
- Estás pálido, John. ¿Te encuentras bien?
Emily me observaba asustada.
- Sí, cariño. Sólo estaba viendo las noticias.
- ¿Seguro? - mi respuesta no lograba convencerla.
Yo tampoco estaba muy seguro de mi respuesta. No podía dejar de pensar en la señal que habían encontrado grabada en uno de los restos. Hannah estaba cerca.
Preparaba unas tortitas mientras sonaba a mis espaldas una voz femenina procedente de la televisión. Sin saber por qué, me giré y presté atención a sus palabras. Mia Johnson, presentadora de las noticias matinales, narraba la escalofriante mutilación de un cadáver encontrado a orillas del río Hudson, cerca de Manhattan.
- Estás pálido, John. ¿Te encuentras bien?
Emily me observaba asustada.
- Sí, cariño. Sólo estaba viendo las noticias.
- ¿Seguro? - mi respuesta no lograba convencerla.
Yo tampoco estaba muy seguro de mi respuesta. No podía dejar de pensar en la señal que habían encontrado grabada en uno de los restos. Hannah estaba cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario